Crema pastelera sin maicena
Descubre el encanto de una crema pastelera única, nuestra receta de crema pastelera sin maicena te sorprenderá con su textura suave y sabor auténtico.
Imagina una dulce y sedosa crema que se deshace en tu boca, perfecta para rellenar tus postres favoritos sin necesidad de maicena.
¿Eres de los que piensan que una buena crema pastelera es el alma de los postres? Entonces, te encantará descubrir cómo esta tarta de manzana se eleva a otro nivel con nuestra receta.
Con ingredientes sencillos y pasos claros, esta crema pastelera sin maicena es una revolución en tu cocina, ideal para los que buscan alternativas a los espesantes tradicionales.
Por qué te encantará esta receta
- Textura incomparable - Disfrutarás de una suave y sedosa que aporta elegancia a cualquier postre.
- Adiós complicaciones - Olvídate de buscar ingredientes raros; se hace con lo que ya tienes en tu despensa.
- Descubrimiento - Sorprende a tus comensales con un clásico renovado, sin almidón pero igual de delicioso.
Los imprescindibles de la crema
Para esta versión sin maicena, te sorprenderás con lo sencillo que es conseguir una textura perfecta usando ingredientes básicos.
- Huevos – La base de nuestro plato, que aporta la consistencia ideal. Te recomiendo usar frescos, de esos que al romperlos sientes la granja en tu cocina.
- Azúcar es imprescindible para el dulzor. Ajusta la cantidad a tu gusto, pero recuerda que es el contrapunto perfecto para la suavidad de los huevos.
- Harina de trigo - El secreto: cambiamos la maicena por harina común, y el resultado es igual de espectacular. Si te atreves, experimenta con integrales para darle un toque rústico.
- Leche – Elige una entera para un cuerpo y sabor profundo. Si buscas opciones más ligeras, la leche desnatada también funciona.
- Esencia de vainilla – El aroma que envuelve y define nuestra. Unas gotas bastarán para llevarte a un mundo de delicias.
¡Vamos a por la preparación de la crema pastelera sin maicena! Te prometo que es más fácil de lo que piensas y el resultado merece la pena, ¡te encantará!
Lo primero que tienes que hacer es batir los huevos y el azúcar hasta que la mezcla esté espumosa. Esto le dará a la crema una textura suave y sedosa, ¡justo lo que buscamos!
A continuación, añade la harina de trigo y mezcla bien. Recuerda que estamos sustituyendo la maicena por harina común, así que no te preocupes si la mezcla se espesa un poco, ¡eso es normal!
Ahora viene mi parte favorita: incorporar la leche y la vainilla. ¿Sabes ese olor que inunda la cocina cuando hierve la leche con la vainilla? ¡Es intoxicante!
Por último, cocina la mezcla a fuego medio sin dejar de remover. Esto es muy importante para evitar que la crema se pegue al fondo de la cazuela. Cuando veas que la crema ha espesado y tiene una textura suave y sedosa, ¡estará lista!
Receta
Crema pastelera sin maicena
Tiempo de preparación: 20 minutos
Una crema pastelera sin maicena perfecta para rellenar tus postres favoritos y sorprender a tus invitados con una textura suave y deliciosa.
Ingredientes
- 4 huevos frescos
- 120 g de azúcar
- 60 g de harina de trigo
- 500 ml de leche entera
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
Instrucciones paso a paso
- En un bol, bate los huevos junto con el azúcar hasta que la mezcla esté esponjosa y ligera.
- Incorpora la harina tamizada y mezcla suavemente hasta obtener una consistencia uniforme.
- Añade y bate bien la esencia de vainilla junto con los demás ingredientes hasta que estén completamente integrados.
- Vierte la mezcla en una cazuela y cocina a fuego medio sin dejar de remover con una varilla o cuchara de madera. La crema pastelera estará lista cuando espese y adquiera una textura suave y cremosa.
Consejos y recomendaciones
- Para evitar que la crema se pegue al fondo de la cazuela, mantén el fuego a una temperatura media-baja y remueve constantemente.
- Si deseas una consistencia más espesa, puedes agregar una cucharada extra de harina de trigo.
- Para almacenar y conservar la pastelera, deja que se enfríe a temperatura ambiente y cúbrela con película transparente en contacto directo con la superficie para evitar la formación de una costra. Guarda en la nevera durante 3-4 días.